Parece mentira que una palabra tan extraña y desconocida hace años sea ahora un término que aparece en el vocabulario diario del ámbito educativo.
Ha venido para quedarse como otros delitos, como otros actos humanos que aparecen en la historia de la mano de las nuevas tecnologías, que ofrecen nuevas formas de relacionarse con el mundo y los seres vivos y que, diseñadas para hacernos la vida más fácil, por el empeño de unos pocos se convierten en armas de destrucción de la paz cotidiana.
Parte de la alarma que ha generado el fenómeno del “acoso escolar” en el que se encuadran la mayoría de los hechos etiquetados como Ciberbullying tiene su origen en la escasez de conocimientos y preparación de muchos de los afectados indirectamente.
La sociedad misma está desarmada frente a este tipo de fenómenos que han aparecido en sus vidas de repente, mientras que, para otros, forman parte de su vida cotidiana desde muy temprana edad.
Esta sima del conocimiento y la experiencia es el primer obstáculo en el tratamiento de políticas activas de prevención y paliativas de restauración.
Como Abogado, pero más como Coach, tomé conciencia pronto del influjo que estaba teniendo en la vida de las personas el uso de las nuevas tecnologías y, sobre todo, de las redes sociales, al darme cuenta de que muchos de mis clientes y alumnos presentaban un deterioro en la manera de procesar sus pensamientos y sentimientos.
Decidí entonces formarme en Derecho Tecnológico, Informática Forense, Ciberseguridad y Ciberdefensa, para unir estos conocimientos a los que ya tenía sobre desarrollo y crecimiento personal de la mano del Coaching, la Inteligencia Emocional, el Mindfulness y la Educación Transpersonal, lo que me ha dado una perspectiva holística e integral de muchos fenómenos humanos en la era de la digitalización.
El próximo 14 de marzo coordino una mesa en la Jornada Formativa que organiza TALENTO & FUTURO, iniciativa de apoyo a los jóvenes en su desarrollo formativo y en la que me acompañarán también otros profesionales. Os dejo el enlace para quien esté interesado en asistir.
De entrada tengo que decir que sentirse acosado y violentado no es nuevo. La violencia verbal y no verbal no es de ahora, es de siempre.
¿Qué es lo que ha cambiado?
Lo que es diferente son los estímulos que conforman nuestros pensamientos y sentimientos. Mientras que antes era limitados y ceñidos a un ámbito muy familiar, ahora se abren a un mar de posibilidades diferentes y diversas que hacen que nuestra mente tenga un trabajo extra que antes no tenía, procesar y digerir tal cantidad de información y estímulos que no es posible que se adapte a la misma velocidad que están ocurriendo todos los acontecimientos. El sentimiento de impotencia crece y la autoestima baja.
Empoderar a las personas, las familias y la sociedad dicen ser el remedio. Un empoderamiento basado en la información, la formación y el poder coercitivo del Estado para hacer frente a la lacra.
Antiguamente se decía: “A buenas horas mangas verdes”, una expresión muy coloquial en la que se evidenciaba que los antecedentes de los que luego serían los Guardias Civiles, llegaban siempre tarde al escenario del crimen.
La prevención por diseño es una estrategia que tenemos que tener muy presente en el futuro. Es decir, que los propios aparatos que nos permite el uso de la tecnología nos permitan evitar la comisión de delitos e infracciones con su uso. Se preguntarán cómo.
Si desde fábrica el propio dispositivo viene diseñado para censurar comportamientos y actitudes de uso codificados como delitos, éstas, no serán posibles, por que la Inteligencia Artificial lo evitará. Sí, lo han leído bien, será la IA integrada en los dispositivos y programas la que impida el delito antes de que se produzca. Todo quedará en una intención. Es más, el propio dispositivo puede estar diseñado para denunciar a su propio usuario por hacer uso ilegal y delictivo de la tecnología. ¿Han visto la película Minority Report?
Nos espera un horizonte de ayuda en la prevención, pero nos queda el más importante, la ayuda de la educación. En este sentido el Metaverso con propuestas de educación inmersiva nos podrá ayudar a generar tiempos y espacios digitales en las que el cerebro, el de cada uno podrá experimentar un aprendizaje por exposición que hasta ahora no había conocido el ser humano. Por tanto, todas nuestras políticas educativas y paliativas contarán con una aliada en la tecnología de gran ayuda.
Espero que el futuro sea como tantos otros generados a lo largo de la historia, como ocurrió en siglos pasados con los duelos o el uso personal de armas de fuego. Salvando la correspondientes distancias históricas, sólo la concienciación y la regulación de nuevos códigos de conducta puede acabar con esta lacra que ha encontrado en el uso del lenguaje y la imagen, los sucesores de la espada y el revólver, y que tuvieron que ser prohibidos para mitigar las consecuencias de su inconsciente e irresponsable uso.
El horizonte es más esperanzador. Entre todos podemos, entre ellos la propia tecnología.
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